Pulsaciones

jueves, 27 de marzo de 2014

RAICES

viaje del vientre de mi madre a las manos de una mujer desconocida,
viaje de la cuna a la cama,
viaje de los brazos de mi padre una almohada vieja,
viaje del Rey León a la vida es bella,
viaje de los colores a las responsabilidades,
viaje de los brazos de mi abuela al ibuprofeno,
viaje del recreo al cigarro apurado,
viaje de la inocencia a la desidia,
viaje del biberón al ron,
viaje de las canicas a bailar sobre circulos
viaje de la navidad a la ironía
viaje de las sonrisas a las caretas
viaje del tobogán al precipicio, 
viaje de los misterios a la rutina
viaje del cuento a las historias
viaje de los gritos a la madurez

y tanto viaje, que los kilómetros de cada viaje golpean mi cabeza recordándome, que mis alas hacen que no tema al precipicio. 
y tanto volamos, que las plumas que se cayeron nos llevan a los brazos que nos aprietan y nos recuerdan que la vida es ahora.

amalia


1 comentario:

  1. Y yo que siento que siempre creeré y defenderé que el crecer no nos aleja de los cuentos de hada o disney, de las canicas, de las sonrisas, de la pureza, de la naturalidad, de la sencillez de ser uno mismo... es cierto que la historia que vamos formando con nuestros pasos o los desengaños que nos encontramos en nuestro caminar a veces pesan tanto que cuesta eso de desnudarse y seguir volando... pero como tu bien dices al final, las hostias que nos damos (o nos da la vida) al final nos acercan a esas personas que nos recuerdan que desnudarse sienta bien, que por ser justamente una misma están ahí a tu lado

    ResponderEliminar