Me voy a tu pecho y mi tranquilidad baila un vals con tu
latido,
me voy a mi hogar y las pareces me gritan recuerdos de la
infancia,
me voy al mar y me cura las heridas, echándoles sal. Me voy
al mar y las olas no me dicen adiós. Ya no hay despedidas.
Me voy a bar y las botellas me miran, me dicen, distorsiona
tu rutina,
me voy al campo y ya no cojo margaritas, ni las desmenuzo
creyéndolas adivinas. Ya me voy al campo y corto las malas hiervas,
me voy al sitio mas alejado de estas rejas imaginarias y le
pido al viento una bocanada de aire fresco.
Me voy a Haití y busco a mi madre como una niña,
me voy a Nueva York y le pido un segundo de silencio,
me voy a Egipto y los triángulos de amor quiebran mis lunes.
Me voy al cielo y la monotonía me sienta en una silla blanca
y me viste de azul.
Me voy al infierno y brindo con Kurt Cobain y Janis Joplin,
con John Lennon y mi sombra.
amalia.