Me enervan las dos caras, que me reprochen, me cabrean los besos por compromiso, decir las cosas mas de tres veces, ver los cuadros torcidos, las noches de ibuprofeno y silencio, ver lo poco que esta valorado el arte y lo mucho que lo esta el traje y la corbata, no aguanto las palabras que se lanzan directas a la espalda y las respuestas sin argumento, no me gusta dar tanto sin esperar nada, y ver a gente sentada esperando algo mas que sonrisas, me siguen cabreando que los pequeños gestos brillen por su ausencia, que la compañía se compre con intereses a corto plazo, nunca me ha gustado como suena la tiza contra la pizarra, ni como suena la palabra adiós cuando sale de tu boca, no quiero oír mas la palabra pesimismo ni escuchar mas preguntas lanzadas al aire con todo irónico, no me gusta la envidia generalizada, me joden las caretas, las noches comiendo techo y las mismas encajando palabras en mi cabeza por no despertar a nadie, no miento si digo que prefiero las verdades con espinas a las mentiras con seda, tampoco me gusta apagar el despertador por la sensación que viene tres horas después, odio comer mientras veo las noticias viendo lo desigual que esta montado esto, no me gustan las miradas que no dicen nada, ni las palabras que solo son palabras, odio latir por latir, sentir por sentir y besar por besar.
amalia
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