El tiempo pasea como pasea aquel señor con el periódico en
la mano. El tiempo pasea como aquella pareja entrelazando sus mentiras. El
tiempo pasea como los años en balde y como los días en primavera, con las
flores y los te quiero.
El tiempo pasea y tu te quedas entrelazada a una rutina que
no quieres, entrelazada a mañanas por llegar y corazones que acabarán
resurgiendo.
El tiempo pasea pero siempre fue un soplo solitario, un
bailarín profesional que dedica su tiempo a las horas, a los minutos y a los segundos
que nunca existieron.
Escrito una madrugada en la que el tiempo no quería bailar
con las dudas y los reproches.
No se bailar, pero contigo quiero sudar hasta que amanezca.
Porque tu traes la calma y preparas los mejores cafés de
esta ciudad que no existe.
amalia.

Este texto me ha llevado directamente a esas noches en las que siento que todo y nada son lo mismo..
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