Soy así de simple, y es que lo soy cuando digo que prefiero mil noches como estas, en las que los ojos hablan por si solos, se pican de ver tanto bombón y se agachan cuando van por la quinta copa, en las que la luna brilla mas que nunca y suena nuestra canción de fondo, prefiero mil sonrisas vuestras a todo el oro del mundo. Me encanta llegar a casa y tumbarme a escribir, o arroparme con mi manta que huele a recuerdos, mirar mi cama y recordar amores pasajeros que algún día pasaron por ella.Suelo darle forma a las nubes y programar la cámara para salir corriendo, Lo reconozco, me encanta estar en la cama y escuchar como llueve mientras pienso en como te hice el amor la otra noche. Diariamente, dejo la cordura a un lado y sus cuerdas atan mi avaricia, Y es que me encanta levantarme los domingos a la hora de comer y ver la película mas pastelera que televisen mientras mis ojos se cierran de aburrimiento, me gusta hablar con la almohada cuando no hay ni un solo teléfono encendido, perderme y quitarte la cara mientras sonríes, y vuelves a insistir en algún descampado sin principio ni final, amo despertarme a las siete de la mañana y beberme cuatro vasos de agua fría, después de una buena noche,no cambio por nada tumbarme en el campo y señalar cada estrella mientras te sujeto fuerte con la otra, para que no se escape ni un solo suspiro.Nada me gusta mas que quitarte la ropa y la intriga de que viene después, besarte cuando vas a explotar, echarme un cigarro cuando el corazón se sale del pecho y cada latido dice fuerte que esta noche no acabe nunca, me gusta las cosas sencillas y mientras tanto, sonrío.
amalia
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